Reorganizar el trabajo para captar y retener el talento

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14 de febrero de 2022

Vivimos una época de cambios, del trabajo presencial al teletrabajo pasando por un formato híbrido que parece, esta vez sí, que ha venido para quedarse. Nuestra vida laboral y privada se ha visto afectada. También nuestros horarios y prioridades.

Hay coincidencia en señalar que facilitar la conciliación laboral y la igualdad en las empresas aporta una serie de ventajas que logran incrementar la productividad en las organizaciones. Esta es una de las consecuencias positivas de la pandemia, refleja un cambio a la hora de establecer nuestras prioridades, dando suma importancia a la salud y la familia por delante del dinero. Por ello, los expertos en reclutamiento señalan que ofrecer todo tipo de facilidades con el objetivo de lograr la conciliación, puede ser un factor determinante para retener o captar el talento en las organizaciones, aunque el salario sea menor que en otras empresas.

En este sentido, políticas como el teletrabajo o la flexibilidad horaria mejoran la productividad de las empresas y refuerzan el compromiso de toda la plantilla.

Según el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística, antes de la Covid-19, sólo el 16% de las compañías españolas permitía a sus empleados trabajar desde casa. Sin embargo, con el estado de alarma y sus limitaciones, esta cifra se triplicó y el 51,4% de las compañías españolas empezó a ofrecer -o imponer- el teletrabajo a parte de su plantilla.

Lo mejor es que las empresas se han dado cuenta de que, con estos cambios, además de tener a sus empleados satisfechos con la compañía, ahora son mucho más eficientes. El verdadero cambio comenzó hace unos cinco años, con la entrada de los millennials al mercado laboral y la creciente demanda de perfiles más tecnológicos y digitales. Estos empleados valoran mucho tener una buena calidad de vida y las empresas se dieron cuenta de que tenían que cambiar de estrategia si querían captar su atención. Unos cambios que la pandemia se ha encargado de solidificar.

Las medidas de eficiencia organizativa más comunes ya implantadas son el teletrabajo, la jornada intensiva, el trabajo por objetivos, la flexibilidad horaria de entrada y salida y la regulación de reuniones (para evitar que se celebren a partir de determinada hora).

En la otra cara de la moneda, la necesidad de abordar cuestiones importantes, como la desconexión digital. De hecho, en modo teletrabajo y según un informe elaborado por Infojobs, el 67% de la población activa responde emails y llamadas telefónicas fuera de su horario habitual de trabajo.

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