Talento y emprendimiento femenino

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16 de febrero de 2021

El emprendimiento y el impulso de las start-ups también sufre la brecha de género.  Según el Mapa del Emprendimiento en España, realizado por South Summit, solo una de cada cinco startups españolas está liderada por una mujer. La plataforma Startupxplore por su parte señala que entre el 85 y el 90% de los impulsores de las startups son hombres de entre 30 y 35 años. Si se analiza la situación específica en España, la tasa de emprendimiento femenina está por debajo de la media europea (4,7% frente a un 6,3%), aunque por encima de Francia (3,4%) o Italia (3,3%).

Una de las principales razones que explican la baja tasa de emprendimiento femenino en el ecosistema startup es la escasa presencia de mujeres en estudios técnicos y científicos, donde las mujeres solo representan el 18% de los estudiantes matriculados en las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

El perfil de las mujeres que emprenden también explica la brecha existente. Normalmente, los hombres no esperan a tener todos los recursos o la información para crear empresas, simplemente se lanzan y no se lo piensan. En cambio, las mujeres quieren estar totalmente preparadas y conocer el 100% aquello de lo que hablan. Esta necesidad de tener todo bajo control condiciona la percepción de capacidades y limita la generación de nuevos negocios en clave femenina.

Para salvar estas dificultades, sería necesaria, según los expertos, la generación de ecosistemas de emprendimiento donde las mujeres compartan experiencias con otras emprendedoras y pierdan el miedo a liderar nuevas empresas.

Por otra parte, según la radiografía Sage de la Mujer Emprendedora, ésta tiene entre 35 y 44 años y suele emprender en moda, ocio, cultura, salud y robótica. Las mujeres tienen más en cuenta a la hora de emprender factores de necesidad, frente a los hombres, que emprenden más por oportunidad y como una manera de desarrollar mejor su carrera profesional.

Otro dato revelador es que las mujeres tienden a emprender en solitario con mucha mayor frecuencia que los hombres: el 62% frente al 26%. Esto demuestra que los hombres suelen emprender más en grupo, alineándose junto a otros emprendedores.

Como contrapunto, se constata que los proyectos de emprendimiento de impacto social suelen tener una brecha de género mucho más reducida que en otros sectores.

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